En Sevilla tenemos el puente de”Los
Leperos” lo recordarán de cuando se hizo el actual puente del Cachorro que
diseñara Manzanares. Así lo denomino el pueblo sevillano porque primero se hizo
el puente y luego de canalizó el río para que pasara bajo el mismo. Sevilla,
tierra singular donde las haya. Que hubiera sido de ella si desde fuera no nos
hubieran impuesto la EXPO-92. Así y todo, estamos viendo languidecer buena
parte de lo que se hizo en la Isla de la Cartuja.
Pues
bien, otra vez la misma situación. Primero se construye la torre Pelli y una
vez finalizada se construirán los accesos que hagan posible una movilidad
razonable en su entorno. Desgraciadamente en este caso hay un agravante que no
se dio cuando la construcción del mencionado puente. Los atascos alrededor de
la torre están garantizados de antemano. El puente proyectado por el
ayuntamiento desde la calle Torneo a la Isla de la Cartuja no funcionará, en
principio, hasta el 2.017 y por supuesto
lo pagaremos los sevillanos, en dinero y en molestias en forma de atascos. Con
el agravante, que se da en la entrada que da acceso desde el Aljarafe a Sevilla y conlleva el tránsito de un
importante número de vehículos, prácticamente durante todo el día. El mismo
ayuntamiento reconoce que una vez inaugurada la torre, los atascos llegarán al
Paseo Colón.
Esta
tomadura de pelo a los ciudadanos no es nada nueva. Nos ha sucedido en
infinidad de casos “Una multinacional que construye un edificio para beneficio
particular y nuestra administración que ha posteriori siempre, con el dinero de
todos y tras largos periodos de atascos y molestias, resuelve el problema que ha provocado aquella multinacional” Todavía los vecinos de
Tomares y Castilleja estamos esperando que se resuelva el problema de los
accesos desde la autopista de Huelva, generado por la implantación del IKEA.
Aunque
no lo crean estas cosas ya solo pasa en regiones subdesarrolladas
administrativamente. En la Europa desarrollada e incluso en las regiones del
norte de España cuando una multinacional quiere construir ya sea una
urbanización, un centro comercial o cualquier otra edificación que conlleve una
modificación de la movilidad en la zona, está obligada a reordenar y pagar los
accesos para evitar cualquier problema de movilidad que pueda generar la nueva
construcción. Ya ven porque nuestros impuestos no lucen como en otras regiones.
Faustino Tomares.