SOCIALDEMOCRACIA CON LAS MIGAJAS DEL NEOLIBERALISMO

viernes, 20 de enero de 2017



Los partidos que hoy se sientan en el Congreso tienen casi todos algo en común y es que practican políticas socialdemócratas con el pueblo, dejando al margen de esta fórmula de gobierno a las multinacionales. Entre estos partidos algunos se dicen de centro e incluso liberales pero lo cierto es que todos hablan de aumentar el gasto público y como consecuencia, unos lo dicen y otros no; subida de impuestos.
Nuestros gobernantes dedican todas sus capacidades  a fiscalizar a rajatabla a la clase media-baja. Un antiguo alto cargo  de Inspectores de Hacienda ha advertido recientemente  de que la Agencia Tributaria dedica gran parte de sus medios a controlar pequeños fraudes o errores de empleadas de hogar, jubilados y jóvenes, en lugar de dedicar estos recursos a combatir el fraude más complejo y sofisticado. Cada presupuesto de cada año se les queda corto debido a la expansión del gasto público. Ha día de hoy  y para desgracia del ciudadano medio, el pago de deuda pública es una de las mayores partidas del presupuesto que pasara a ser la mayor cuando los intereses se normalicen, y que será más pronto que tarde.
presidente de iberdrola
Para las multinacionales, los mismos gobernantes;  se limitan unas veces a legislar en su beneficio y otras haciendo la vista gorda. El resultado es el neo-liberalismo que padece el pueblo. Todos los sectores importantes de la economía española están conformados en oligopolios dependientes del Boletín Oficial del Estado, que vela para defender sus intereses contra los del pueblo. Si el BOE no fuera suficiente, se deja sin efectividad a la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia. Si al final el tema es muy escandaloso, le impone una multa a la multinacional infractora, siempre menor al beneficio obtenido y objeto de la infracción. Que hacen una mala inversión; El gobierno rescata y paga la misma, como ejemplo; el rescate de las autopistas deficitaria.  Que Europa dice que hay que liberalizar el mercado de la energía, el gobierno no se entera. Que Europa dice que hay que devolver el dinero de las clausulas suelos, ahí estamos, el gobierno buscándole un acomodo a los bancos.

Lo cierto y verdad es que entre lo que se queda la administración pública en forma de impuestos  y el encarecimiento diario al que nos tienen sometido las multinacionales con sus productos de obligado consumo, nos vemos cada vez más,  avocados a vivir de las migajas que nos dejan entre unos y otros.
Faustino Tomares.

EL PORQUE DE LOS PRECIOS DE LAS VERDURAS QUE NO SON DE TEMPORADA

miércoles, 18 de enero de 2017



Como todos saben, cada año tiene sus estaciones que van desde la más fría, el invierno, a la más calurosa, el verano. Nuestro organismo nos pide según la temperatura ambiental, distintos tipos de alimentos o bebidas para regular en la medida de lo posible el equilibrio corporal.
Los productos agrícolas no podían ser menos. La naturaleza es sabia y esta es la razón por la que según la temperatura se crían distintos  productos. Cuando hace frio,  son productos que al consumirlos dan calor a su organismo para muy al contrario, los productos de las temporadas de calor, lo refrescan. El melón y la sandía son de verano, mientras la pera y la manzana son de otoño-invierno.
Con las verduras pasa lo mismo que con las frutas. Las hay de verano, las clásicas que dan lugar al refrescante gazpacho entre ellas. Por otro lado  las de invierno, entre las que se encuentran: La col y la coliflor, las acelgas y las espinacas, los brócolis, los rábanos, habas y guisantes etc. además de las muy necesarias para hacer un buen puchero. Habrán echado de menos algunas verduras que también se ven en las fruterías en estas fechas invernales como son: Las judías, los pimientos, los calabacines, las berenjenas, los tomates etc. La razón es muy sencilla, estas últimas son todas verduras de verano.
Así y todo gracias a los grandes adelantos tanto económicos como técnicos hoy se consiguen productos de invierno en verano y viceversa. Los invernaderos y la mejora de los transportes tienen la culpa. Por un lado, los invernaderos consiguen una temperatura muy superior a la existente fuera de los mismos. Con lo que el agricultor consigue el confort de las plantas que no tendrán problema en dar frutos aún fuera de la temporada natural. Algo parecido con lo que el avicultor hace con la gallina y la luz eléctrica del gallinero. Indudablemente esta fórmula de crianza conlleva un aumento razonable del precio en la producción pero que al consumidor no le importa pagar por el placer de poder consumir todo tipo de productos en cualquier época del año. Por otro lado la optimización del transporte desde cualquier zona del mundo ha ayudado, en el mismo sentido que los invernaderos. En el mundo se dan las cuatro estaciones a la vez, es decir cuando en España es invierno, en el lado opuesto del mundo es verano. Por lo que mientras en España se dan los productos de temporada de invierno, los productos de temporadas de Sudamérica, serán los de verano. Un avión o un barco hará posible que el consumidor pueda degustar cualquier producto en cualquier lugar del mundo, eso sí, tendrá que pagar la parte proporcional del billete al producto correspondiente.

La razón de que las  verduras de verano en estos días estén tan caras es, por supuesto, el mucho frio que está haciendo. Ni incluso en los invernaderos se da una temperatura lo suficientemente amable para que las plantas den suficiente productos. El transporte tampoco puede aliviar este problema, dado que las verduras, no acostumbran a hacer largos viajes al contrario que las frutas,  por ser menos resistentes al paso del tiempo. Pero esta situación tiene solución; Consuman productos de temporada siempre que les sea posible.
Faustino Tomares.

PLENO EMPLEO EN ESTADOS UNIDOS Y EN ESPAÑA…

jueves, 12 de enero de 2017


                El número de desempleados en Estados Unidos en 2.016, se ha cerrado con algo más del cuatro por ciento. Una cifra que se entiende cercana al pleno empleo pues entre estos figuran los que están en un cambio de trabajo o simplemente los que buscan un alto en su vida laboral, conscientes de que no les será difícil, más adelante, volver a trabajar.
                Sorprende que aquí en España donde siempre se está endemoniando el sistema económico del país norteamericano nadie o casi nadie se pregunte; como es que en un país, el más liberal del mundo en cuanto al modelo económico, todos sus habitantes están dignificados por el empleo y no tienen que rogar o doblegarse a su administración para que les subvencione la falta del mismo.
                Seguramente la razón  de que tengamos una diferencia de un quince por ciento en desempleo entre aquel país y el nuestro se deba a que en aquel se incentiva la creación de puestos de trabajos mientras que en España se penaliza. Ya se guardaría la administración norteamericana de meter sus pezuñas en la relación laboral entre empresa y trabajador. La competencia es quien marca las reglas. Hay que ser el mejor y dar el mejor precio para subsistir por lo que hay que tener a los mejores. Muy al contrario que aquí en España donde la viabilidad de las grandes empresas pasa por la calidad de las puertas giratorias. No existe competitividad  entre ellas, pues todos los grandes sectores de negocio están conformados en oligopolios. De ahí que ser la mejor empresa, dar el mejor servicio, tener los mejores precios y por lo tanto tener a los mejores profesionales no sea una prioridad en las mismas.
                En Estados Unidos; la totalidad del coste laboral lo recibe el trabajador que hará con ese dinero lo que libremente estime necesario. Invertirá en seguros médicos, en planes de pensiones, en ladrillos o lo tirara el mismo día que lo cobre. Quien es el estado para obligarle a gastar el dinero que ha ganado con “su” esfuerzo en lo que no quiera. Aquí en España; antes de que el trabajador cobre el dinero de “su trabajo” el empleador ya habrá tenido que restar a ese salario la parte de Hacienda, de la Seguridad Social (sin saber muy bien para que) la de los sindicatos y la de la patronal, para que todos estos vivan a cuerpo de rey a costa del  trabajo de aquel. Ya saben lo que se dice; de que un mileurista es un dosmileurista después de haber sido “fiscalizado” por la Administración Publica.
En Estados Unidos sería impensable que el Estado rescatara unas autopistas privadas porque son deficitarias o que un organismo superior le tuviera que recordar que hubiera que liberalizar el sector eléctrico para que hubiera competencia o que en estos momentos tuviera que estar buscando algún recoveco legal para que los bancos no tuvieran que devolver el dinero que han cobrado demás a sus clientes.
                No debemos olvidar que “La Picaresca” es un género literario único de nuestro país; recordarán el famoso Lazarillo de Tormes o ese pasaje del Quijote en el que siendo gobernador Sancho, tuvo que partir una caña para allí encontrar los dineros que uno de sus gobernados decía haber pagado al otro que pedía justicia. Cuatro siglos después, hemos aprendido mucho pero con el agravante de que ya hace tiempo que perdimos el sentido de la justicia y hoy el pícaro es el mismo que tiene que impartir justicia.

Faustino Tomares.